F.A.Q
Preguntas sobre el entorno de la plataforma de biometano
Preguntas Frecuentes
Biometano
Hoja de Ruta del Biogás se basa en 5 ejes de actuación y 43 medidas concretas con el objetivo de llegar a multiplicar por 3,8 la producción sostenible de este gas de origen renovable hasta 2030. Multiplicar por 3,8 la producción de biogás hasta 2030 para superar los 10,4TWh.
Esto permitirá evitar la emisión a la atmósfera de aproximadamente 2,1 millones de toneladas de CO2 equivalente al año.
Las garantías de origen para gases renovables en España están reguladas de acuerdo a la siguiente normativa:
El Real Decreto 376/2022, de 17 de mayo, que crea el sistema de garantías de origen y designa al Gestor Técnico del Sistema como entidad responsable de dicho sistema, de forma transitoria "mientras el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no disponga de los medios humanos y materiales para ejercer sus funciones".
La Orden TED/1026/2022, de 28 de octubre, que aprueba el procedimiento de gestión que define las normas básicas en base a las que se está desarrollando la plataforma informática que gestionará el nuevo sistema de garantías de origen.
Descarbonizar
El Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de descarbonización industrial, para apoyar a la industria en su transición hacia modelos y procesos más respetuosos con el medio ambiente y contribuir al objetivo de neutralidad climática en 2050.
El proyecto prevé una inversión pública de 3.100 millones de euros que van a permitir movilizar hasta 11.800 millones de euros de inversión total. Las inversiones en descarbonización y modernización de la industria manufacturera impulsadas a través de este PERTE permitirán incrementar la competitividad del sector en alrededor de un 10% y supondrá la creación de unos 8.000 empleos. Además, según las estimaciones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se prevé una reducción de las emisiones que podría alcanzar los 13 millones de toneladas de CO2 al año.
El PERTE descarbonización industrial tendrá los siguientes objetivos:
- Descarbonización de los procesos de producción, permitiendo la viabilidad de las industrias en el medio y largo plazo.
- Mejora de la eficiencia energética, mediante la incorporación en las industrias de las mejores tecnologías disponibles e implantación de sistemas de gestión energética.
- Mejorar la competitividad del sector manufacturero. La industria manufacturera deberá hacer frente a un importante reto de reducción de emisiones y, para seguir siendo competitiva, será imprescindible apoyar las inversiones en descarbonización.
- Promover la seguridad energética de España. La industria manufacturera es responsable del 30% del consumo de gas natural en España (del 59% si se excluye la generación de electricidad), por lo que la disminución de este consumo será fundamental para garantizar la seguridad energética de España.
- Fomentar el uso de energías renovables. De esta manera será posible reducir las emisiones a la vez que se contribuirá a reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
- Fomentar la mejora del medioambiente apoyando la utilización de los subproductos y la valorización de los residuos para integrarlos en otros procesos y así reducir el impacto medioambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida.
- Creación de empleo de alto valor añadido. La descarbonización de la industria estará acompañada por una mayor formación de los profesionales que tendrán las capacidades necesarias para poder implementar las tecnologías menos contaminantes.
El PERTE se basa en cuatro medidas transformadoras. En primer lugar, ayudas de actuación integral para la descarbonización, que incluye ayudas a la descarbonización de fuentes de energía con la electrificación de procesos y la incorporación de hidrógeno; gestión energética integral de procesos industriales; reducción del uso de recursos naturales o la captura de carbono, entre otras líneas de actuación.
La agricultura del carbono se refiere a las prácticas de gestión agrícola cuyo objetivo consiste en lograr la mitigación del cambio climático en la agricultura. Esto implica la gestión tanto de la tierra como del ganado, todas las reservas de carbono en suelos, los materiales y la vegetación, además de los flujos de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O). Incluye la eliminación del carbono (captura y almacenamiento permanente de carbono en los suelos y la biomasa), las emisiones evitadas (impidiendo la pérdida de carbono ya almacenado) y las reducciones de emisiones (es decir, reducciones de GEI por debajo de los niveles actuales de emisiones de las explotaciones agrícolas).
Todos los sistemas agrícolas pueden contribuir a la mitigación, aunque el nivel de potencial de mitigación difiere entre los diferentes tipos de explotaciones agrícolas y geografías. La agricultura del carbono también se refiere al modelo de negocio que pretende incrementar la mitigación del cambio climático pagando a los agricultores para que apliquen prácticas de gestión agrícola respetuosas con el clima.
La financiación puede proceder de fondos públicos como la política agrícola común (PAC) o de fuentes privadas a través de cadenas de suministro o mercados de carbono. Estas diferentes fuentes de financiación ofrecen diferentes oportunidades y riesgos para los agricultores y para cumplir los objetivos climáticos.
Tres de cada cuatro toneladas de GEI se originan en el sistema energético, por lo que su descarbonización es clave para para alcanzar los objetivos del presente Plan. A fin de lograr este objetivo es necesaria una transición desde los combustibles fósiles a la eficiencia y las energías renovables. Además, es necesario electrificar una parte importante de la demanda térmica y del transporte. Por ello, El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha acordado remitir a la Comisión Europea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC).
El PNIEC persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente. Se trata de un esfuerzo coherente con un incremento de la ambición a nivel europeo para 2030, así como con el Acuerdo de París.
El texto enviado coincide con el que actualmente se encuentra incluido en la fase de consulta pública del Estudio Ambiental Estratégico (EAE) del plan y que ya fue remitido a Bruselas el pasado mes de enero, como borrador actualizado. Con esta nueva comunicación a la Comisión Europea, España da cumplimiento al Reglamento (UE) 2018/1999 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima.
La nueva PAC, que se aplicará de 2023 a 2027, conserva los elementos esenciales de la PAC anterior, pero pasa de ser una política basada en la descripción de los requisitos que deben cumplir los beneficiarios finales de las ayudas a ser una política orientada a la consecución de resultados concretos, vinculados a tres objetivos generales:
- Fomentar un sector agrícola inteligente, competitivo, resiliente y diversificado que garantice
la seguridad alimentaria a largo plazo. - Apoyar y reforzar la protección del medio ambiente, incluida la biodiversidad, y la acción por el clima y contribuir a alcanzar los objetivos medioambientales y climáticos de la Unión, entre
ellos los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de París. - Fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales.
Estos objetivos generales se desglosan a su vez en nueve objetivos específicos, basados en los tres pilares de la sostenibilidad y complementados con un objetivo transversal común de modernizar el sector agrario a través del conocimiento, la innovación y la digitalización en las zonas rurales.
Nuevas legislaciones que debes conocer si quieres apoyo para construir un proyecto
La Comisión Europea ha presentado el Plan para poner fin a la dependencia de la UE con respecto a los combustibles fósiles rusos (REPowerEU), que es su respuesta a las dificultades y perturbaciones del mercado mundial de la energía causadas por la invasión de Ucrania por Rusia. Hay una doble urgencia para transformar el sistema energético europeo: poner fin a la dependencia de la UE con respecto a los combustibles fósiles rusos, que se utilizan como arma económica y política y cuestan a los contribuyentes europeos casi 100 000 millones de euros al año, y hacer frente a la crisis climática.
Las medidas del Plan pueden responder a esta ambición mediante el ahorro de energía, la diversificación del suministro de energía y el despliegue acelerado de las energías renovables para sustituir a los combustibles fósiles en los hogares, la industria y la producción de electricidad.
La transformación ecológica reforzará el crecimiento económico, la seguridad y la lucha contra el cambio climático en favor de Europa y de nuestros socios.
El Consejo de ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha acordado remitir a la Comisión Europea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC).
El PNIEC persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente. Se trata de un esfuerzo coherente con un incremento de la ambición a nivel europeo para 2030, así como con el Acuerdo de París.
El texto enviado coincide con el que actualmente se encuentra incluido en la fase de consulta pública del Estudio Ambiental Estratégico (EAE) del plan y que ya fue remitido a Bruselas el pasado mes de enero, como borrador actualizado. Con esta nueva comunicación a la Comisión Europea, España da cumplimiento al Reglamento (UE) 2018/1999 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima.