El desarrollo y uso de los gases renovables resulta clave para poder alcanzar la sostenibilidad en los ámbitos económico, social y medioambiental, así como para mejorar la independencia energética del país.
La tecnología para producir estos gases renovables (biogás, biometano e hidrógeno) se lleva trabajando desde hace tiempo en el sector gasista, con el fin de aportar alternativas responsables y sostenibles que contribuyan a la transición energética.
Una de las características destacadas de los gases renovables (biometano e hidrógeno) es su capacidad de ser transportados a través de las infraestructuras existentes de gas natural, lo que evita la necesidad de grandes inversiones y hace que las acciones para descarbonizar parte de la economía sean inmediatas.
Ahora bien, para que tenga lugar este desarrollo y uso de los gases renovables es necesario disponer de normativas y leyes que lo respalden y aporten seguridad jurídica a las empresas.
Una de las regulaciones necesarias son los sistemas de garantía de origen del gas renovable que sirvan para certificar el origen renovable del gas.
Durante el último trimestre de 2021, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) sacó a información pública un proyecto de Real Decreto que creará el sistema de garantías de origen para los gases renovables, lo que permitirá a los comercializadores y consumidores diferenciarlos del gas de origen fósil.
Este borrador normativo está actualmente pendiente de aprobación.
Con el sistema de garantías de origen se podrá certificar el volumen de gas y su calidad, diferenciándose entre hidrógeno verde, biometano, biogás u otros gases, y abarcará cualquier gas renovable producido y consumido, ya sea in situ, autoconsumido, e inyectado o no a la red gasista.
Cada MWh de gas 100% renovable dará lugar a la emisión de una garantía de origen con la información sobre dónde, cuándo y cómo se produjo el gas, algo que aportará valor añadido a la hora de comercializarlo y fomentará su consumo, repercutiendo de forma beneficiosa sobre el medioambiente.
Este sistema de garantías es similar a los ya existentes para la electricidad producida con renovables o a los ya disponibles en otros países, como Reino Unido o Francia, con buenos resultados.
Su creación estaba prevista en el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC 2021-2030), en la Hoja de Ruta del Hidrógeno y del Biogás, y en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, por lo que se espera su inminente aprobación.
Criterios de sostenibilidad
El proyecto de real decreto traspone parcialmente la Directiva 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo (RED II), relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, en lo relativo a los criterios de sostenibilidad y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la bioenergía.
Estos criterios de sostenibilidad han sido revisados y ampliados, siendo aplicables, tanto a los biocarburantes y biolíquidos, como a la biomasa sólida y al biogás utilizado para usos eléctricos, de calefacción y refrigeración.
Para facilitar la acreditación del cumplimiento de los requisitos europeos, la norma remite a la regulación vigente, estatal y autonómica, y a los permisos y autorizaciones establecidos, con el objetivo de evitar cargas innecesarias.
Este proyecto normativo también establece objetivos y normas de cálculo para la integración de las renovables al transporte.
Así, destaca el límite para la penetración de los biocarburantes procedentes de cultivos alimentarios y forrajeros, fijado en el 7% del consumo final de energía en los sectores de transporte por carretera y ferrocarril, a partir del 2023.
Las contribuciones de los biocarburantes avanzados y del biogás en el transporte deberán ser, como mínimo, del 0,2% en 2022, del 1% en 2025 y del 3,5% en 2030.
Sistema gasista actual
En la actualidad, el sistema gasista del país depende un 99% de gas natural importado. Las principales vías de suministro de este gas natural son el Gasoducto del Magreb y el gasoducto de Medgaz.
Existen otros gasoductos internacionales que conectan la red española con la francesa y dos conexiones con Portugal, y se está trabajando para crear interconexiones suficientes con Francia, con el fin de mejorar el suministro tanto a Europa como a España.
Además de estos sistemas de conexión, nuestro sistema gasista se compone de:
- 6 plantas de regasificación.
- Red de transporte de alta presión que opera a una presión de más de 16 bar para el transporte del gas a grandes distancias.
- Red de distribución que opera a una presión menor o igual a 16 bar que comunica la red de transporte con los usuarios finales.
- Plantas satélites que alimentan a una red de distribución.
- Almacenamientos, generalmente subterráneos, destinados a cubrir, con sus reservas, las puntas de demanda.
Este sistema gasista actual se enfrenta al reto de la descarbonización para cumplir con los objetivos de neutralidad climática. Un reto para el que deberá contar con los gases renovables, en un proceso de integración que debe realizarse en el contexto de una transición justa y socialmente sostenible.
Para ello, las infraestructuras existentes de gas natural resultarán clave.
La integración e inyección de gases renovables al sistema gasista permitirá aprovechar al máximo las infraestructuras existentes.
Además, según se establece en el futuro real decreto, se creará un Censo de Instalaciones de Producción de gas procedente de fuentes renovables y un Comité de Productores.
Los productores y comercializadores podrán intercambiar las garantías de origen de forma transparente y segura dentro del sistema, que documentará la producción, transferencia y cancelación de las garantías de origen.
El Gestor Técnico del Sistema Gasista será el encargado de estas labores hasta que el MITECO disponga de medios técnicos y materiales para ello.
Los gases renovables son clave para lograr la neutralidad climática en 2050
Para lograr alcanzar la neutralidad climática en 2050 es imprescindible contar con los gases renovables.
Con ellos se podrá contribuir a los objetivos de reducir las emisiones y lograr la penetración de las energías renovables a nivel general, y en particular en el sector del transporte, planteados por España para el año 2030.
En el caso del biogás y el biometano, estos gases renovables contribuyen, además, al logro de objetivos planteados en políticas transversales del Gobierno de España. Es decir, objetivos enmarcados en el desarrollo de la economía circular, el reto demográfico y la transición energética justa e inclusiva.
España tiene un gran potencial disponible para el desarrollo de la producción de biogás y biometano, aprovechando los recursos (residuos orgánicos) procedentes del sector agropecuario, del sector agroalimentario y de la gestión de residuos.
Un potencial que tiene la oportunidad de aprovechar para lograr alcanzar los objetivos marcados en el PNIEC 2021-2030.