Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) forman parte de la Agenda 2030 y con ellos se abordan los principales desafíos a los que se enfrenta la humanidad, incluyendo la erradicación de la pobreza, la protección del planeta y la garantía de que todas las personas disfruten de paz y prosperidad.
En total son 17 los ODS establecidos y cada uno tiene unas metas específicas que deben alcanzarse de aquí a 2030, abarcando áreas tan diversas como la salud, la educación, la igualdad de género, el acceso al agua y la energía sostenible.
El desarrollo e implementación de tecnología para la producción de biometano, una fuente de energía renovable, no es ajena a estos objetivos globales, sino todo lo contrario. El biometano contribuye a ODS específicos, destacando su impacto en la energía asequible y no contaminante (ODS 7), la sostenibilidad de las ciudades y comunidades (ODS 11), la producción y consumo responsables (ODS 12), la acción climática (ODS 13) y la vida de los ecosistemas terrestres (ODS 15).
El biometano y los ODS
Dentro del conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible, el biometano va a contribuir de forma específica en los siguientes:
ODS 7: Energía asequible y no contaminante
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 busca garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.
La producción y uso del biometano como fuente de energía renovable permite reducir la dependencia respecto a los combustibles fósiles y ofrece una alternativa viable en regiones rurales y aisladas donde el acceso a la energía es limitado.
Además, la tecnología de biogás y biometano puede ser implementada a diversas escalas, desde pequeñas unidades domésticas hasta grandes plantas industriales, lo que facilita su adaptación a diferentes contextos y necesidades energéticas.
El biometano contribuye a alcanzar las metas del ODS 7 porque no sólo proporciona una fuente de energía sostenible, sino que también ayuda a diversificar la matriz energética, incrementando la seguridad energética y reduciendo la vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios de los combustibles fósiles.
Al fomentar el desarrollo de la tecnología del biometano se están promoviendo soluciones energéticas locales que pueden adaptarse a las necesidades específicas de diferentes comunidades, impulsando el desarrollo regional y mejorando la resiliencia energética.
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles
El Objetivo 11 pretende lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
La producción de biometano a partir de residuos orgánicos, como la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, promueve una gestión más eficiente y sostenible de los desechos.
Esto permite reducir la cantidad de residuos que terminan en vertederos y minimizar las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, a la atmósfera.
Además, las plantas de biogás pueden integrarse en los sistemas de gestión de residuos municipales, creando un ciclo cerrado de producción y consumo que beneficia tanto al medio ambiente como a la economía local.
El biometano puede también integrarse en las ciudades como biocombustible para el transporte urbano, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono urbana y mejorando la calidad del aire, lo que a su vez tiene efectos positivos en la salud pública.
ODS 12: Producción y consumo responsables
El ODS 12 pretende cambiar el modelo actual de producción y consumo para conseguir una gestión eficiente de los recursos naturales, poniendo en marcha procesos para evitar la pérdida de alimentos, un uso ecológico de los productos químicos y disminuir la generación de desechos.
La producción de biometano es un ejemplo de economía circular, donde los residuos se convierten en recursos valiosos. Al transformar residuos orgánicos en energía, se reduce la necesidad de combustibles fósiles y se minimizan los impactos ambientales negativos asociados con la gestión de residuos.
Además, el digestato resultante del proceso de digestión anaeróbica puede utilizarse como fertilizante orgánico, cerrando así el ciclo de nutrientes y promoviendo una agricultura más sostenible.
ODS 13: Acción por el clima
El ODS 13 pretende introducir el cambio climático como cuestión primordial en las políticas, estrategias y planes de países, empresas y sociedad civil, mejorando la respuesta a los problemas que genera, e impulsando la educación y sensibilización de toda la población en relación al fenómeno.
El biometano es una herramienta eficaz para la mitigación del cambio climático. Su uso contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar combustibles fósiles y capturar el metano producido por la descomposición de residuos orgánicos. Este doble beneficio no solo ayuda a cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones, sino que también mejora la calidad del aire y reduce los impactos negativos del cambio climático.
La adopción del biometano en diversos sectores, incluyendo el transporte y la generación de energía, es esencial para avanzar en la transición energética y la descarbonización de la economía.
Promover el biometano como una solución climática puede catalizar cambios significativos en las políticas energéticas y medioambientales, movilizando recursos y apoyo para la innovación tecnológica.
Este enfoque integrado es fundamental para alcanzar los objetivos de acción climática y construir una economía global más sostenible y baja en carbono.
ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres
El ODS 15 se enfoca en la protección, restauración y promoción del uso sostenible de los ecosistemas terrestres.
La producción de biometano contribuye a este objetivo al proporcionar una alternativa a la quema de residuos agrícolas y la deforestación. Al utilizar residuos agrícolas y forestales como materia prima, se evita la degradación de tierras y se promueve la conservación de los bosques. Además, el uso del digestato como fertilizante orgánico mejora la salud del suelo y aumenta su capacidad de retención de agua, beneficiando a los ecosistemas y la biodiversidad.
El futuro del biometano como parte del desarrollo sostenible
A pesar de los múltiples beneficios y su contribución a los ODS, la producción y adopción del biometano aún enfrenta varios desafíos.
Uno de los principales obstáculos es el coste inicial de la instalación de plantas de biogás, que puede ser elevada sin subsidios o la financiación adecuada.
La falta de marcos regulatorios claros y el apoyo insuficiente de políticas públicas también limitan el crecimiento del sector. Sin embargo, estos desafíos pueden superarse con una mayor inversión en investigación y desarrollo, así como con la implementación de políticas que incentiven la producción y uso de este gas renovable.
Además, la creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la transición hacia una economía baja en carbono está impulsando la demanda de fuentes de energía renovable y las innovaciones tecnológicas continúan mejorando la eficiencia y reduciendo los coste de producción del biometano, haciéndolo cada vez más competitivo frente a los combustibles fósiles.
El potencial del biometano para integrarse en las redes de gas existentes facilita, en gran medida, su adopción a gran escala. Por lo que, con un apoyo adecuado de políticas públicas y el compromiso de los sectores público y privado, este gas renovable puede convertirse en un componente clave de la estrategia global para alcanzar los ODS.